Últimamente me es difícil expresarme, las palabras se han quedado cortas, los conceptos limitados y mis ideas abrumadas.
Y es que vienes aquí y lo destruyes todo, lo modificas, lo examinas y lo desechas. He visto cómo desmenuzas los hechos, le das un vistazo a mi película y con pulso quirúrgico rebanas la historia, llevas la muestra al microscopio y con la agudeza de tu pensamiento lo digieres y lo comprendes.
Has hecho pedazos lo que ya estaba roto, me sentí en el abismo, me miré desfragmentado y minimizado en mi existencia. Divisé la carencia, mis defectos en la raíz, mi barco sin bandera y por ende a la deriva.
Pulverizaste mis huesos quitando las esquirlas más duras, pusiste a baño María mi cerebro, mi sistema nervioso se está remojando en este cubo con tisana de maracuyá, y mejor no pregunto dónde se encuentra mi corazón, sólo siento su palpitar.
De sotavento presencié una ligera brisa, abrí los ojos y supe que era tu aliento, en mis brazos sentí la brasa de tu vida y en la pierna el clásico golpe con tu rodilla para que despertara.
No sé desde cuándo, pero me siento diferente, con ánimos de otros pensamientos, con fuerza en el palpitar de la sangre, lúcido en la mente y con esas inmensas ganas de abrazarte.
Si sé lo que hiciste, y me gusta tu paradigma.
Junio 2018
Mata Cronopios.