Imagen de Patricio Betteo. |
Por Jules Bandalf
Hay algo que tengo que
escribirles, pero no logra cuajar en mis sesos. Están acá un montón de
sensaciones rondándome, como gatos que asesinan escritores. Uno de ellos me
pone los huevos en la cara, uno con forma de despedida del calor sabroso y
quemoso que nos dejó buenos mangos en la primavera, pero que ahora nos deja en
la piel una irritación por quemadura y ¡no lo quiera dios! algunos rastros
cancerígenos; ese gato despedida se enreda en mi nariz con una sensación de
golpe sabatino que termina en los separos. Se acuesta sobre mi nariz, bastante
abundante debo decir, y no se mueve ni aunque me ponga de cabeza... creo que
hasta se aferra con mayor ferocidad.
Pero hay algo que vine a
escribirles... ¡carajo! No me acuerdo. Están molestándome las matas y las ramas
que se mecen contentas con el viento, ese viento que soplaba sin descanso ayer
por la mañana, a la hora en que las sombras comienzan retraerse, arrastrándose
por el piso, para regresar al corazón de los muros del este, donde se guardan
durante el cenit (el mediodía para que me entiendan). Y ese viento dejó mapas
caprichosos en las nubes nocturnas que cubren el valle; cuando hay cielos así y
te acercas a los puentes del río, se puede escuchar como inicias un viaje justo
a donde deseas encontrarte.
Pero hay algo que quiero
decirles... y no hallo como darle forma. O contenido. ¿Era un agradecimiento?
¿Era una ofensa? ¿Una maldición? ¿Una lección? ¿Un chiste? ¿Un cuento? ¿Un
poema? ¿Una pedorra frase de pedantería? ¿Era algo natural o salido de las ideas?
¿Algo sobre hadas, sueños, mariposas o escarabajos? ¿Algo sobre manzanas ácidas
y frescas que regalan el día quince? ¿Algo sobre la primavera, sobre el fin del
verano, sobre la canícula, sobre las fechas del hombre y las fechas de la
naturaleza? ¿Algo sobre el Calambre de yeso, o el Trueno peinado, o el Axaxaxas
mlö? ¿Algo sobre el teatro, o sobre la chamba, o sobre el desempleo? ¿Algo
sobre el horror cósmico o sobre el SAT?
O quizás solo quiero ser
escuchado sin tener nada que decir. Cosa muy triste...porque creo que todos
tenemos algo que contar. ¿O no? ¿No?