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La noche estrellada es mujer y es poeta. Sobre Galaxia Guerrero.


Por Moisés Cabo Leyva.





“La poesía es como los piojos”



La poesía es como los piojos,

Te chupa la sangre y da comezón.

Tener piojos puede ser vergonzoso,

pero tener poesía y piojos

es estar doblemente maldito

te rascas y rascas

y nada sacas,

liendres multiplicadas

sesos exprimidos,

la poesía viene acompañada de intrusos,

sacude tu vida y la de los otros:

la hija sin rumbo,

la hermana incorregible,

la madre poetita.

          “Hay que vivir de acuerdo a los tiempos”.

dicen los progresistas que hacen el mundo,

y el calendario tiene números o estrellas,

según se quiera,

así miré el cielo en unos ojos

y quise dormir,

me sorprendió el reloj construyendo castillos en el aire

y quise volar,

piojos y poesía

hicieron un nido en mi cabeza,

hicieron un agujero incandescente,

y aquí estoy en el rasca-rasca,

mirando pasar a los hombres por el ojo de una aguija

con el asombro del antiguo que atraviesa un túnel al futuro

y busca un vestigio de sol entre las máquinas.



Galaxia Guerrero, del libro “La tierra de nadie”. México 2017.





Galaxia Guerrero asume la intemperie social de los muchos, y aunque horrorizada en ocasiones, mantiene su paso firme sobre el mundo, un mundo en el que ella no termina de encajar y donde las grandes palabras y los grandes discursos ya no concitan adhesiones suculentas, donde apenas nos queda intuición del corazón y la rebelde lucidez de nuestra conciencia para oponernos al gran monstruo de la civilización materialista”. Antonio Orihuela






¿Qué puedo decir de Galaxia? ¿Qué puedo decir de su poesía? No lo sé, y sin embargo, aquí estoy. Empezaré con la segunda pregunta ¿Qué puedo decir de su poesía? Primero, hay que leerla, no hay otra forma.




"La elegía de las escobas”



A veces me despierta un chillido de escobas,

mujeres barriendo compulsivamente las banquetas

con sus ojos vacíos y sus cuerpos deshabitados,

maridos que dejaron de hacerles el amor

por haber desgastado sus vidas como trapos viejos

al sol diabólico de trabajos demoledores de sueños,

un poco de televisión y cerveza al final de la jornada,

un taco de frijol que se transformará en abono

para la vida,

un pago chiquito que es nada, la deuda es eterna.



La banqueta siempre sucia.



A veces me despierta un chillido de escobas,

un gorgoteo de algún sitio vacío,

y es que Clítoris es el corazón de la lluvia,

la terminal de todas las rutas,

y hay corazones que nunca llueven

y están enojados con el suelo que pisa.




            ¿Qué puedo decir de su poesía? Cada poema habla por sí solo. La poesía no necesita ser comentada. Lorca decía que la poesía “pone ramos de zarzamora y erizos de vidrio para que se hieran las manos que la buscan”, Galaxia tiene las manos heridas y sigue hurgando en la poesía, en el mundo, que se vuelve poesía cuando ella lo nombra, y entonces el mundo duele también en el poema, no solamente afuera, en las calles o adentro de las casas.


¿Qué puedo decir de su poesía? Que hay que enfrentarla.




“Bendita tecnocracia”



Bendita tecnocracia

que nos das un cerebro

igual a sí mismo

en cada cacahuate

que nos hace andar

hacia adelante,

a donde vamos

como una bala directa al corazón de la tierra.

Bendita tecnocracia

que nos das el pan nuestro de cada día,

aunque nos falte el agua y el vino.

Bendita tecnocracia

que nos brindas la belleza

de esos cuerpos perfectos

que nunca envejecen.

bendita tecnocracia

que nos llevas al progreso,

a la aniquilación triunfante

del individuo

y la colectividad.





            Sé que no he respondido a la pregunta ¿Qué puedo decir de su poesía? Leerla. Sin embargo, ahora quiero intentar responder la primera pregunta ¿Qué puedo decir de ella, de Galaxia? Es una mujer de carne y hueso, claro que sí, “jarocha”, de la tierra de Toña la Negra, ese Veracruz que el flaco de oro, Agustín Lara, escribió para su gloria. Toña y Agustín viven aún en Galaxia, como influencia, como deleite, como herencia cultural. Galaxia es parte de su época y parte de su historia, parte de ella tendrá el futuro.


Y esto no muchas personas, ni poetas ni intelectuales podrán decir.


Conozco a Galaxia (si usamos el verbo conocer sin tanto rollo intelectual), desde hace algunos años, compartimos clases, por lo que maestros, compañeros y momentos en común nos han marcado. Fuimos parte de dos proyectos de escritura, Tiempos híbridos, literatura tercermundista y Koiné,  revista de filosofía de la universidad, lo cual me ha permitido ver cambios en su quehacer poético como en su persona.

Hay que leerla.




“Pinche Darwin”



Al dolor hay que evitarlo como a una vieja histérica,

como a la realidad,

con una pastilla y un dulce.

Los psiquiatras saben de chochos

y huecos,

pero la felicidad es un lujo para el pobre.



Aquí abajo para cada roto hay un dealer descosido

Que a veces termina con un tiro en la cara

Como mi vecino Martín;

Nosotros crecimos a sólo una pared de distancia,

En esas casitas de cartón diseñadas para gente pequeñita

y él ya no podrá escuchar a los tigres del norte

ni enseñarme su pito de borracho valentón,

ver salir el sol.



El medio tiene el ombligo sucio

Y las vecinas lo saben,

Por eso riegan las banquetas como si fueran flores.



Evitar el dolor,

adaptarse al medio,

de eso se trata la sobrevivencia del más fuerte,

de adaptarse a videos de raperos y culos que bailan,

de adecuarse a una cultura pervertida,

frívola, estúpida, malévola.

Si quieres conservar tus ideales,

Si quieres una sonrisa cocacola,

Si quieres una casa, un coche, una máscara.

¡Por todos los dioses, ser alguien!



Si quieres triunfar y llegar a la cima,

aléjate de la buena poesía,

habrás errado tu camino,

justo en el clavo.



Galaxia Guerrero es mi poeta viva favorita, su obra me enfrenta con aquello que solamente con poesía puede experimentarse.





Amiga, que con orgullo y sin modestia, afirmo aquí y donde sea. Admiro, aprecio y  le agradezco no solamente sus letras, sino su amistad, sus no-consejos que comparte y son tesoros, enseñanzas y motivaciones mientras andamos el camino de la muerte.





Este modesto e informal texto que compartimos es un agradecimiento simbólico a la mujer, que en la poesía vive, se encuentra y “se pierde a sí misma como un punto de luz en la noche estrellada”.

Hay que leerla:



“El bolero”

Esto de limpiar botas
comienza a cansarme.
Mi oficina es un zócalo
cagado por palomas,
los hombres fuman,
Ojean el notiver,
algunos cotorrean conmigo,
yo finjo ser receptáculo.

En realidad, creo, todos fingen,
hasta la bonita sentada en el diligencias
con la pierna cruzada y su falso status
otorgado por el señor gordo
que la devorará como a jugosa chuleta.
Mi amigo el cacahuatero,
es noble, pero ya entrado en chelas,
hasta los perros me echa,
¡Uno no sabe, por Dios, hacia dónde mirar!
música norteña, música de banda,
la catedral me asusta.

Llego a mi hogar y la casera
gruñe como oso.
Me hago viejo,
esto de limpiar botas
comienza a cansarme.
 





Finalicemos con el poeta Antonio Orihuela:





“…Galaxia Guerrero levanta el triste papelito arrugado del poema, la carne de su carne que la mantiene fresca, en continua danza fuera del molde en la que la quisieran ver, en lucha sin fin por la felicidad, el placer, la risa, la luz, el calor y la disolución en los otros, en la masa humana por levantar desde la dignidad y desde la responsabilidad, para ordenar desde abajo el mundo sobre la igualdad, la libertad y el apoyo mutuo, allí donde Galaxia Guerrero podrá, por fin, decir que su vida ha valido la pena”. 


 






 

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