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Nunca fuimos al mar.



Recluida en un rincón de la noche con nombre falso.
Cuerpo falso.
Necesidad falsa.
Sufrimiento real.
Bailas en el centro del mundo con tu piel de luna erosionada brillando con luz neón perfumando el universo vas girando sobre tu propio eje orbitando alrededor de la nada siguiendo la trayectoria que te aleja de ti misma chocando con el lado obscuro de la humanidad.


Armando Madrazo Contreras

Nunca fuimos al mar pero naufragué en tus aguas y tú te recostaste en la arena de mi cuerpo y te bañaste con la luz del sol ardiente que yo era a tu lado. Desnudos de miedos fuimos paz y vestidos para la guerra fuimos víctimas de nuestros traumas y frustraciones. Deliramos reflejándonos en las carencias mutuas y nos desbordamos de vacíos psicológicos huérfanos de amor, de respeto y de dignidad. Nos ahogamos en nuestras esperanzas de ser felices.

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