Estoy de nuevo frente al
mar, después de tanto tiempo, las cosas han cambiado, nada es igual, mira cómo
pasa el tiempo, mira cómo se van los años.
Mi corazón no ha querido
partir, aunque mi razón persiste en irse, quisiera ser como esos barcos que
abandonan este muelle, mientras calienta el sol.
Quisiera ser como las aves
que día a día emprenden su vuelo, sin importarles siquiera si volverán.
Quisiera que los recuerdos
no me dañaran.
Saludo con apatía a la
soledad que de nueva cuenta camina conmigo, mientras termina el día.
Tiempo de ayer ¿a dónde te
has ido? Quiero regresar y no puedo, sólo me queda partir, caminar mientras
escucho a los barcos zarpar y observo a las aves volar...