Por Moisés Cabo
“De todo cuanto se ha
escrito yo amo sólo aquello que alguien ha escrito con su propia sangre. Tú
escribe con sangre y comprenderás que la sangre es espíritu. No es fácil
comprender la sangre ajena; yo odio a los inútiles que se pasan el tiempo
leyendo.” F. W. Nietzsche
¿Por
qué leer a alguien que odia a los inútiles que se pasan el tiempo leyendo?
Puede
haber muchas razones para leer a alguien que a sí mismo se pregunta: Por qué
soy tan sabio. Por qué soy tan inteligente. Por qué escribo tan buenos libros. Por
qué soy una fatalidad.
Sin
embargo, la aventura de leer a tal personaje, es más que un reto y un desafío,
es un peligro de salir lastimado (para aquellas personas que prefieren la
seguridad que ofrece la fe, pues para este hombre “tener fe significa no querer saber la verdad”), puesto
que Friedrich Nietzche, no es sólo un escritor, un músico, un poeta, un
filósofo, es además un guerrero, es dinamita.
Nietzsche
no es un autor para todos, es un autor para los fuertes, para los libres, para
aquellos que desean superarse, su pensamiento es espada y su vida es lucha:
“Los
débiles y los fracasados deben perecer; ésta es la primera proposición de
nuestro amor a los hombres. Y hay que ayudarlos a perecer.” En El anticristo.
Definitvamente
el amor nietzscheano no es el amor cristiano por el prójimo, el amor cristiano
sostiene que “el amor lo soporta todo” en voz de Pablo de Tarso (¿O habría que
decirle Saulo?), el amor nietzscheano afirma que el amor “lo supera todo”
incluso a sí mismo.
¿Pero
quién era este hombre tan impetuoso?
Friedrich
Wilhelm Nietzsche, nace en 1844 en Prusia, por aquellas épocas de mediados del
siglo XIX, Francia representa una amenaza para los Estados monárquicos de
Europa, por lo que dichos Estados crean alianzas para combatir dicha amenza.
Bajo el liderazgo de Otto von Bismarck se unifican los diferentes Estados
alemanes en torno a Prusia, excluyendo a Austri. A partir de este momento
Alemania comienza un periodo de desarrollo político y militar, aunque inferior
al del Reino Unido.
En
lo intelectual, se consideran las obras de Filósofos desde Descartes, Rousseau,
Kant y Hegel, así como de la literatura científica, quizá el libro más
importante de la época, El origen de las
especies de Charles Darwin.
Es en
este contexto en que vive Nietzsche, quien estudió Filosofía (con mayor énfasis
en la filosofía clásica), además ahondar en teología y ser filólogo. Durante
1869 y 1876 se dedicó a la docencia, a excepción de un periodo de 1970-71 en
que sirvió en el cuerpo de sanidad en la guerra franco-prusiana.
Como
pensador fue apasionado y contradictorio, su filosofía es expresada en forma de
aforismo o de poema, o de ensayo, pero siempre resultando un estilo
impresionante. Su filosofía en gran medida es una revaloración favorable de las
filosofías y artes griegas más antiguas, con especial enfoque en la figura del
dios Dionisio, quien expresa el impulso vital, y es desde esta perspectiva que
es afirmación de la vida, que surge la crítica a Sócrates (a quien considera el
padre de la filosofía decadente), además de generar un discurso crítico de los
valores de la sociedad de su época (filosofía, cristianismo y democracia).
“La
humanidad no representa una evolución hacia algo mejor y más fuerte o más alto,
como hoy se cree. El progreso no es más que una idea moderna; esto es, una idea
falsa. El europeo de hoy está muy por debajo del europeo del Renacimiento; un
desarrollo sucesivo no es absolutamente, con cualquier necesidad, elevación, ni
incremento, ni refuerzo.” En El anticristo.
La historia no camina hacia futuro alguno, sino que el mundo vuelve sobre sí
mismo una y otra vez, este eterno retorno es un eterno devenir (aunque muchos
autores consideran que el eterno-retorno por su ambigüedad es imposible de
definir).
La muerte
de Dios (dijo Nietzsche “Dios ha muerto”) es para el hombre una urgente
exigencia porque dios es la alienación del hombre, es por dios que el hombre se
ha vuelto contra la tierra, contra la naturaleza, se ha alienado. Nietzsche no
se presenta solamente como un destructor. Evidencia la destrucción de todos los
valores, algo que muchos autores han llamado el nihilismo europeo.
Es
por eso que en la Genealogía de la moral,
Nietzsche hace un recuento genealógico de los conceptos bueno y malo,
rastrea y describe cómo se ha conformado la moral cristiana (judeo-cristiana)
como un tipo de resentimiento propio de esclavos, él estipula una moral de
señores y una moral de esclavos.
De
tal modo afirma Nietzsche la vida y la libre elección como destino del hombre,
destino que se persigue con el ejercicio de la voluntad de poder, para lograr
la condición del superhombres (puesto que el hombre es como un puente entre el
animal y el superhombre, y este último es una consecuencia de seguir una
conducta que está más allá del bien y del mal).
Interpretar
a Nietzsche no es tarea fácil, quizá sea imposible, se dice que hay tantos
Nietzsches como hay tantos lectores, así que la tarea de interpretarle será
siempre interminable, su obra ha influido en muchos autores, quizá de entre los
más destacados se encuentra Martin Heidegger, sin embargo, siguen escribiéndose
libros sobre el pensamiento nietzscheano ya que se trata de un autor vitalista,
de una filosofía de la voluntad de poder.
Entre
sus obras más conocidas están: Homero y
la filología clásica. El drama musical griego. Sócrates y la tragedia. La
visión dionisíaca del mundo. El nacimiento de la tragedia en el espíritu de la
música. La filosofía en la época clásica de los griegos. Sobre verdad y mentira
en sentido extramoral. Humano, demasiado humano. Aurora. La ciencia jovial. La
gaya ciencia. Así habló Zaratustra. Más allá del bien y del mal. La genealogía
de la moral. El Anticristo. El crepúsculo de los ídolos, cómo se filosofa con
el martillo. Ecce homo.
Curioso
es que este filósofo que afirma la vida, vivió gran parte de su vida enfermo
(sífilis) y murió tras enfermarse de neumonía en 1890.