"En el jardín". Por Renoir |
La vida pasa
sin prisas, para dos corazones que laten aprisa por la emoción de sentirse
enamorados.
Ellos no
piensan si están equivocados, sólo se dejan llevar por la inercia de un beso
apasionado.
Vagabundeando
por la mente, el amor se hace más fuerte. Tiernamente se aman, viven felices no
pensando más en el pasado. La noche alberga más misterios, donde ese par juega
como niños.
Dulce
sensación que derrite el corazón. Miradas fugitivas que al encontrarse reflejan
un enorme calor, manos que al tomarse expresan candor.
Con mil
cariños los cuerpos se juntan, sin fijarse en el reloj despertando poco a poco
los sentidos.
Vivir de amor,
vivir por vivir, qué más da, el mundo es de los dos.
Un día se
tendrán que separar y después de mucho tiempo al revivir todo ese caudal de
sentimientos recordando lo vivido, una pícara sonrisa se dibujará en sus caras
y si el destino los vuelve a juntar la ternura se derramara cual miel del
panal.