Por Moisés Cabo
Camino descalzo por la isla de la desilusión, cerca del mar todo es licor, mar y alcohol son uno solo, camino descalzo, bebiendo de este coco con piquete.
Y la arena se vuelve piedra y camino descalzo sobre la calle, sobre una avenida olvidada, lejana, sin tiempo, gris.
El alcohol controla mi cerebro, las vacas se reflejan en las lunas que crecen sobre el pasto, camino descalzo por el infierno de mi mente, camino y bebo, la playa está hecha de piedras, incluso hay banquetas con perros muertos que apestan aún más esta isla.
El alcohol es lo único que reconforta en estas situaciones, bebo mientras camino descalzo por la arena-rocosa de la playa-avenida-pasto, y las aves del cielo vuelan borrachas de mi alegría, giran en el aire como sosteniendo alguna parte del universo, con sus alas abiertas, con el aire que respiro mientras fumo del cigarro que nadie me regaló.