Por Armando Madrazo Contreras
El chocolate sabe mejor en tu boca,
pero en ausencia de ti,
comerlo es un agasajo,
un placer gustativo,
un deleite a la lengua,
el chocolate no sustituye a tus labios
ni a tu saliva,
apenas,
distrae,
colma
pero fracasa,
y es necesario más chocolate
en ausencia de ti,
de tus besos,
de tu saliva de alcohol,
de tu sabor amargo,
de tu aliento de humo.