Por Armando Madrazo Contreras
Tu mirada desdeñosa,
tu hablar violento,
tus pechos
de buen tamaño,
tu forzada ingenuidad.
Me miras con cautela,
de arriba a abajo,
de abajo a arriba,
con ojos de inspección.
Guardas una imagen acerca de mí
y le añades un concepto
basado en tus prejuicios.
Mujer dura,
te ríes de mí,
te burlas
de mis circunstancias.
Eres altiva,
sin piedad.
Pero busco tu debilidad
y me regalas una sonrisa,
me compartes tus palabras
convirtiéndolas en tiempo
y al besarnos,
me atas sin aviso,
me secuestras en tu cuerpo.