Por Armando Madrazo
Poema humo de tu mirada,
sonidos chillantes
hacen confundir
la molestia con el placer,
y se suceden
uno a otro
como vaivén
de un mar de alcohol
sobre tus pechos.
La música es una escalera
y al subirla
suenan nuestras pisadas,
escuchamos
una sinfonía de ceniza,
un sueño morboso.
Danzamos primitivamente,
latir y carne,
fuerza y canto,
movimiento
del derramamiento de vino,
vómito inevitable,
eyaculación imparable,
ahogados de éxtasis
la música termina.
Silencio,
paz de guerra,
respiración regular,
satisfacción animal,
contento humano,
cuerpos preparándose
para otra guerra.
Poema humo de tu mirada,
sonidos chillantes
hacen confundir
la molestia con el placer,
y se suceden
uno a otro
como vaivén
de un mar de alcohol
sobre tus pechos.
La música es una escalera
y al subirla
suenan nuestras pisadas,
escuchamos
una sinfonía de ceniza,
un sueño morboso.
Danzamos primitivamente,
latir y carne,
fuerza y canto,
movimiento
del derramamiento de vino,
vómito inevitable,
eyaculación imparable,
ahogados de éxtasis
la música termina.
Silencio,
paz de guerra,
respiración regular,
satisfacción animal,
contento humano,
cuerpos preparándose
para otra guerra.