Por Armando Madrazo Contreras
Rosa
Ayer murió una virgen
Rosa renace con su muerte,
dime Rosa tu intención
sóplame en los labios
la transparencia de tu olor.
No hay santos ni dioses,
sólo Rosa en la luna,
háblame de tu edad
que a tu piel no marchita,
descríbeme en el aire
cómo es que al galopar
se desvanecen en tu pecho
los caballos alados.
Rosa, mírame Rosa,
esta pena que agobia
no se trata de tus fobias,
son las fugas de pasión
cuando callas tu intención.
Rosa, tus pétalos incoloros
tus muslos imaginados,
Rosa, ayer murió una virgen
y la luna te concibió.
Rosa, baja ya de la luna
pinta mi vida con tu voz,
Rosa, dime mi amor,
si de algo nos sirve el corazón,
Rosa, mi Rosa, mi flor.