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Mostrando las entradas de 2015

La historia de un hombre

Por José Juan López Palacios  Te voy a contar un cuento dame tus manos y escucha con atención Es la historia de un hombre que murió en otro tiempo en un lugar geográfico diferente al nuestro hablaba otro idioma y su estampa era diferente. Este hombre no debía haber muerto no cumplió su misión dejó a la mitad su deber. Fueron las malditas criaturas amorfas que por las fisuras del tiempo se escabulleron al éter y con el bélico afán de rebelarse al más luminoso arrancaron la vida al pobre mozo. Y así a la deriva su esencia por eones recorrió el universo presenciando explosiones que lo alejaban del contexto. Gélido y disperso moría de tristeza ninguno de los grandes advertida su presencia. Fue una serpiente emplumada que lo cobijó en su regazo y lo sembró en esta tierra a la que llamas país. Hijo del maíz y tequila en la sangre la serpiente alada le recordó su encomienda -¡Búscala te aseguro está en esta tierra!- Es por eso que su piel es morena de tanto andar con el sol y buscando pero l

Altiva

Por José Juan López Palacios Altiva caminas por las calles de Xalapa  muy segura de ti misma y con paso firme ni el chipichipi te espanta. Vas por ahí desarmando a los hombres  paralizando corazones y despertando pasiones  con el simple hecho de mirar. Y sabiéndome inerme a tu hechicería te entrego mi alma, esa que hiciste tuya  aquel día, en aquella facultad  cuando llevabas de la mano a un animal. Soy uno de tus víctimas que sucumbió  a tus ojos y el metal de tu sonrisa  por favor no me pidas que te explique ahora  qué pienso del perlado de tu risa. Te cuento mujer altiva y segura  que me perdí en la espesura  de las ondas largas y negras de tu cabello  y mejor no te digo de las veces que me soñé abrazado a tu cintura. Altiva y segura caminas las calles de la ciudad consciente que es 8 de octubre  y a la cita tarde no quieres llegar. El mismo café que sólo tres veces hemos podido disfrutar.

Oda a Elisa

Por José Juan López Palacios Señorita Elisa, hace años que me derrito viendo cómo ama a sus enamorados, hace años que me encabrono mirando cómo te haces más dura por culpa de esos idiotas hedonistas, superfluos del planeta y por qué no decirlo, superficiales de mierda. Por qué dejas que los opacos se alimenten de tu energía por qué dejas que en el altar que es tu cuerpo rindan culto a la vida sabiendo que están muertos. No te culpo por creerles ya que se perfeccionaron con sus rasgos finos y miradas amables con sus detalles y cuentos locos que te confunden pareciéndose mucho a nosotros . Oda a ti Elisa, por la luz que emanas de tu cuerpo, por el profundo mar de tus ojos por tus labios dulces y carnosos. Señorita Elisa, te escribo estas líneas con el afán de que te acuerdes o te enteres que aparte de esa raza de cenizas, los de cara bonita y cuerpos estéticos existimos los otros los seres puros de corazón los imaginantes los que construyen mundos, los que con palabras despertamos sentim

Recorrías el mundo sin saber que te esperaba

Por José Juan López Palacios Recorrías el mundo sin saber que te esperaba sin saber que aquí en mi pecho justo al lado del corazón humano te guardaba. Recorrías el mundo sin saber que te esperaba repartiste tu corazón a falsos profetas del amor  sin mirar que aquí en mi mano está la llama  esa que tanto buscan y nunca hallan. Mírala es tuya brilla mucho a pesar de los años la guardé en un arcano y la puse al final del tiempo donde no corre el agua ni fluye el viento. Te esperaba Te esperaba.

Se llamaba como tú

Había una musa que se llamaba como tú su perfume se escuchaba brillaba a millones de años luz como tú como tú había una musa su melena era de estrellas  que caían como cascadas sobre sus hombros boreales  como tú hablaba con imágenes sonrisas de felicidad sus miradas de preocupación por el universo liberaban vidas  leona sideral recostada sobre verdes primaveras como tú cantaba estaciones y tejía ciclos cósmicos lo sé porque la vi porque la escuché en silencio la toqué con mis miedos y mis sueños como tú se fue.

Se cree poeta

Por Armando Madrazo  Tonto el hombre que se cree poeta, inadaptado cultural bribón filosófico artista payaso. Mago del engaño arquitecto de ilusiones mequetrefe sentimental historiador de alegorías. Poeta del sistema ¡Maldito poeta! Vas como todos olfateando el dinero Enfermo estás poeta y ni las drogas o el sexo te habrán de curar ¡Maldito estás!

NARRACIONES DEL TERCER MUNDO: Uno pedía, el otro me daba y el otro protegía que no le quitara

Por: Francisco  García Caminaba por una de las avenidas más transitadas de la ciudad, pasaba por fuera de una tienda departamental, muy grande, muy concurrida, un lugar donde mucha gente acude, por las incómodas dificultades de pago que ahí ofrecen. Fuera del local alguien me pedía, otro me daba y el último protegía que no le quitaran, por supuesto yo no di, ni recibí, ni quité. Ellos estaban en filita, uno tras otro, no los separaban ni dos pasos de distancia entre sí, pero detrás del pedir, el dar y el cuidar estaba lo mismo, el dinero. El primero era un señor, como todo mendigo lucía algo sucio, no era muy grande, ni se le notaba a la vista alguna deficiencia física, parecía que podía estar desempeñando un trabajo para ganar el dinero que deseaba, pero prefería estirar la mano y poner cara de tristeza esperando obtener algunas monedas. En seguida, sólo un paso delante, había una señorita (o bueno, una mujer joven pa’ no entrar en detalles) quien me daba un volante con infor

Mi cuerpo está muriendo

Por Moisés Cabo Mi cuerpo está muriendo lentamente a cada segundo sin pausa decidido. Mi cuerpo está muriendo y yo que soy mi cuerpo muero con él a cada instante inevitablemente. Mi cuerpo está muriendo no importa a dónde vaya aquí o allá estoy agonizando estas palabras  son los estertores.

¿A qué le tiras cuando votas, mexicano?

Por Moisés Cabo ¿A qué le tiras cuando sueñas, mexicano? Que faltan niños pa' poblar este lugar, sigue soñando que no hay contribuciones, que ya no hay mordelones, que ya puedes ahorrar. Sigue soñando que el PRI ya no anda en zancos, que prestan en los bancos, que dejas de fumar.... Chava Flores Cuando cursaba el primer semestre de la Licenciatura en Derecho en la Universidad Veracruzana, la licenciada encargada de dar la clase Derecho Romano I, dijo unas palabras que fueron, entre otras cosas, motivación para dejar dicha carrera, las palabras fueron: “El que hace la ley, hace la trampa”. O como comúnmente se dice "hecha la ley, hecha la trampa". Esa frase, en efecto, es verdadera y ha sido de las pocas y más grandes enseñanzas que he aprendido. Pues desde que la escuché, no he dejado de pensar en ella cada vez que escucho hablar sobre la ley de tal o cual cosa, sobre la nueva reforma a la ley de esta y de aquella cosa. Nos regimos bajo una

Adictos a las imágenes

Por Moisés Cabo “Las sociedades industriales transforman a sus ciudadanos en yonquis a las imágenes; es la forma más irresistible de contaminación mental”. Susan Sontag Al despertar y abrir los ojos, vemos algo, y el carnaval de imágenes comienza un nuevo día. Nuestros ojos perciben la luz, las formas se suceden unas a otras: el techo, las paredes, las manos, los zapatos, el piso, el baño, el lavabo, nuestra imagen en el espejo, el cuidado de ella para presentarla ante los demás.  S i continuamos ordinariamente nuestro día, abrimos esos sitios de redes sociales en Internet, e inmediatamente vemos fotos de perfil de nuestros contactos, vemos lo que comieron, lo que tomaron, lo que están leyendo, los besos que se dan, memes burlándose del presidente, del personaje al que llaman dios, y hasta vemos imágenes que promueven la revolución, otras que están a favor y en contra del aborto, de las drogas y cualquier asunto trivial o trascendente. Así, las imágenes partici

20 años de La Barranca

Alguien se roba la luz, alguien se roba a tu perro, alguien se roba también eso que estás escribiendo, alguien se roba tu nombre, tu paz y tu tiempo, y sólo salvarás tu propia visión. Día negro. La Barranca. “El fuego de la memoria”, con ese nombre celebramos 20 años de La Barranca, 20 años de transformaciones y de afirmaciones, de exploraciones musicales y poéticas, de entregas de amor y pasión, de alegría y de tristeza, de asombro, nostalgia y melancolía, y para celebrarlo era necesario estar ahí en la ciudad más grande de la república mexicana, en la selva de asfalto, en la vieja ciudad de hierro, el Distrito Federal. El fin de semana pasado fui al Distrito Federal a un concierto de quien considero la mejor banda de rock en México y Latinoamérica, La Barranca, grupo que cumplió sus primeros 20 años de creación musical. La cita fue en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris, y aunque al comenzar el toquín faltaban varios asientos por ocuparse, el lugar se llenó de