Por Armando Madrazo Contreras Tanto el fútbol mexicano como la frustración   selección mexicana de fútbol son esperanza y catarsis para la sociedad mexicana. Esperanza nociva, falsa esperanza quizá, es la sublimación de todos los dolores y problemas del mexicano es la catarsis popular que una sociedad machista impone con alevosía y ventaja, la impone a través de una cultura pambolera. En ocasiones, el fútbol se inculca como lo hace la religión, desde que naces, ya te pusieron el nombre de algún futbolista, te visten con ropa deportiva, con el uniforme del equipo favorito de tu padre, o peor, de tu padre y de tu madre. Te inculcan ciertos valores prejuicios, como odiar al equipo "clásico oponente", te compran tus "tacos" para que juegues y "realices" los sueños futboleros que tu padre frustró por tener que trabajar o por haberse casado y echado panza.  El negocio del fútbol como lo vivimos a través de su masificación mediática, es la interio

Por Armando Madrazo Contreras Él hablaba con soltura y mucha alegría, su rostro, joven aún, se llenaba de sonrisas y gestos sumamente expresivos durante la charla. De carácter enérgico y palabra firme, proyectaba un exceso de confianza que de no verse acompañada de una felicidad sin descanso, podría haberse considerado como una actitud natural. Pero en esta ocasión, como suele ocurrir, bastó una objeción a su discurso hablado, para que el teatro que se estaba montando se desvaneciera como lo hace un sueño cuando se despierta con asombro, de golpe, de vuelta a la realidad. De tal modo que el exceso de confianza proyectado, sucumbió ante la contradicción que se presentó al discurso, y el joven que antes decidido a persuadir a su interlocutor, se tornó en un hombre iracundo, violento, molesto porque sus palabras no fueron suficientes para lograr su objetivo; la persuasión.  Así que comenzaron los insultos, las ofensas que buscaban rebajar, denigrar al interlocutor, quien

Por Armando Madrazo Contreras Sólo tengo besos de una negra modelo bien fría, ella me reconforta, no me pide nada, sólo tomarla con mi mano y llevarla hasta mi boca para beberla. La amo, la amo más que a nada en este mundo y es lo único que tengo ahora. Su sabor es más que agradable más que delicioso, y su efecto embriagante es maravilloso. Una negra modelo bien fría es lo único que necesito ahora.

Por Armando Madrazo Contreras El chocolate sabe mejor en tu boca, pero en ausencia de ti, comerlo es un agasajo, un placer gustativo,  un deleite a la lengua, el chocolate no sustituye a tus labios ni a tu saliva, apenas, distrae, colma pero fracasa, y es necesario más chocolate en ausencia de ti, de tus besos, de tu saliva de alcohol, de tu sabor amargo, de tu aliento de humo.

Por Moisés Cabo Ilustración por Misael Rodríguez Almanza. Ella es la que tanto me gusta, su mirada atraviesa todos los lugares, es como una espada que te corta con su brillo, sin tocar, apenas resplandeciendo en esta vida. Es musa transmoderna, de la periferia, del tercer mundo. Adorna el fin de los días terrenos, inspira a calaveras soeces, borrachos le invitan copas, ella ninguna acepta. Se esfuma como la noche, es felina impetuosa, es la reina de los canes. Me mira, me dibuja en el mundo, en cualquier calle con basura, soy su extraño indiferente, su prójimo tercermundista, un poema que no lee, una revista que no compra.

Artritis emocional. Por Moisés Cabo Durante las épocas de llanto y tristeza, el corazón como figura retórica se otorga a sí mismo, el derecho de derramar palabras como lágrimas, gritos estampados con tinta muda, estéril, limitada, y los suspiros duelen como artritis emocional, el movimiento libre ha muerto como el amor que no es correspondido.