Por Armando Madrazo Estupor Tunante del mundo, inventándose a diario, humano rotundo dueño de su calvario. Peregrino de emociones mendiga sueños recibe sin sabores, es hijo sin pueblo. Cree tener corazón y sentimientos, y sólo posee desconocimiento. Lleva en su cuerpo las sustancias alternas, con aspecto de asombro, ve cosas como nuevas. Deja de ser él, no piensa, se aleja, se pasma.