Por
Moisés Cabo Leyva.
Advertencia
Para
una mejor experiencia de esta lectura se recomienda buscar un lugar cómodo y
tomar una cerveza, güisqui, café o agua, ¿puedes hacerlo?
Si
tu respuesta es sí, hazlo, porque una historia te voy a contar.
Si
no puedes, entonces no te preocupes, donde sea que estés leyendo, déjate llevar
y ve hasta el final.
“Contaba (...) historias que, de verdaderas,al contarlas se volvían inventadas, y de inventadas, verdaderas”.
Italo Calvino
El propósito de este texto es resaltar la importancia de las historias como parte de nuestra identidad (lo que somos), pues;
Pongo como ejemplo una historia farolera que cambió mi vida y con la que quiero que rías o llores😅.
Hace algunos años tuve lagrandísima idea💡 de escribir momentos aburridos
de mi vida diaria para compartir en este blog y burlarme exponerlos de
manera interesante divertida.
Lo que contamos y lo que nos cuentan tiene el poder de transformarnos.
Pongo como ejemplo una historia farolera que cambió mi vida y con la que quiero que rías o llores😅.
Hace algunos años tuve la
Así
que escribí sobre una señora que limpiaba la sala de espera de la terminal de
autobuses ADO mientras yo tomaba un café de 15 pesos, escribía en mi libreta y
fotografiaba el momento para publicarlo en blogger, Facebook, Instagram y
Tumblr.
¡Fue
todo un éxito!
🎉
Una
vez que publiqué el enlace en Facebook, inmediatamente comencé a recibir
muchísimos likes👍 y compartidos en mis notificaciones.
También
llegaron los comentarios en el blog para felicitarme por la manera en que había
expuesto un tema tan simple y cotidiano.
👏👏👏
En
instagram aumentaron mis seguidores notablemente.📊
Tumblr
que para ese entonces era un tanto desconocido para mí, fue la mayor sorpresa;
las historias faroleras se compartieron más que en las otras plataformas.😮
Incluso
recibí propuestas para colaborar en revistas digitales e impresas.💻
Lo
mejor fue que los lectores me escribían para pedirme consejos sobre cómo
elaborar sus propias historias faroleras y compartirlas con el mundo.
Una
lectora en especial, me invitó a salir, tomamos unos tragos, platicamos de lo
difícil que es escribir para uno mismo y para un público que no conocemos
personalmente, pero que imaginamos y al que esperamos agradar e
impresionar sin sacrificar nuestro estilo.
¡Yo estaba que no me creía lo que sucedía!
Una chica tan inteligente y tan atractiva platicando conmigo de intereses que teníamos... ¡En común! “Poesía, filosofía, música, cine, drogas”.
Fue un sueño hecho realidad gracias a las palabras escritas un día cualquiera por un vil mequetrefe.
Lamentablemente cambió el giro de la historia😞.
Con
el tiempo dejé de escribir y de publicar en el blog.
La chica al verme inactivo y sin hallar otros atractivos en mi persona,
se fue de mi vida...✈
Los colaboradores dejaron de enviar sus escritos.
El blog dejó de tener contenido.
Y
yo desperté de mi sueño de ser escritor.
😭😭😭
El retorno de las historias faroleras😎
No sé si te haya dado risa o llanto
Cuando lo recuerdo, me río, sonrío y digo para mis adentros y afueras;
¡Qué pendejo!
¡Pinche Mois!
¡Me cae que eres un mequetrefe!
Eso sí, ahora, después de algunos años, decidí volver a escribir con un enfoque más
Ya sin la esperanza del reconocimiento del público ni de alguna
Pero sí con las ganas de compartir más historias.
Por eso, baste decir que ‘farol’ se le dice a una persona que se cree mucho o que miente, ‘farolear’ entonces es presumir y/o mentir.
Así, las historias faroleras son aquellas narraciones orales o escritas que nos cuentan y que contamos para impresionar, emocionar, excitar, persuadir o engañar.
Son reales y ficticias a la vez, esto debido a que contienen elementos verídicos y elementos falsos pero verosímiles para darle más sabor al caldo y hacerlas impresionantes.
Por ejemplo:
Cuando nos dicen que nos aman incondicional e infinitamente desde el momento en que nos miraron por vez primera… y que somos la razón de que cada día despierten con deseos de hacernos felices y bla bla bla…
Claro
que se siente bien chido si nos lo dice la persona que nos gusta o amamos de
igual manera.
Decimos entonces que es un poco exagerado, y lo hacemos por quedar bien o simplemente por farolear.
¿Acaso
tú nunca has exagerado al contar una historia?
¿No
has dicho algo que realmente no pasó o que pasó de otro modo?
No te avergüences, lo hacemos a diario.
Cuando alguien me dice que le gustó mucho lo que escribí, o cuando alguien me dice que me veo bien en tal fotografía, o que soy muy bueno para tal o cual cosa, me siento genial, aunque sé que probablemente me lo dicen por ser amables conmigo y ya.
¡Pero qué importa!
Esa pequeña mentira o exageración cambió mi ánimo y puede cambiar mi día.
Y siempre podemos ponernos más exquisitos😎.
¿Recuerdas
la última vez que le platicaste a tu amiga o amigo de aquella persona que
conociste y te encantó?
Seguramente le contaste de la gran belleza, elegancia, porte, inteligencia, buen cuerpo, carisma, y no sé qué tantas cosas más que te dejan con la boca abierta y con ganas de darle… unos buenos abrazos y besos o hasta más, quizá una carta o poema.
¿Nunca
has escrito un poema?
¿Has tenido sexo y sentido que explotas de placer con tanta satisfacción y felicidad que quisieras que la vida fuera un orgasmo perpetuo?
Si no te drogas, te dirán que se siente mejor que el sexo, mejor que comer, dormir o soñar… que te cambia la vida, que te hace más inteligente, más viril, más potente, más alegre, más creativo… más tú.
¿Acaso
no te sientes más intelectual con unos tragos encima y hablas de filosofía,
ciencia, religión, política y educación con una seguridad infranqueable?
Bueno,
bueno, si no tienes sexo, ni te drogas, ni tomas alcohol ¿Cómo diablos disfrutas
de la vida?
Ahh… ya sé, eres runner, haces yoga, meditas, y eres un ser de luz con una consciencia despierta, ¡eres un iluminado! por el ego y la vanidad de tu identidad espiritual, eres el ser… narcisista contemporáneo, altruista, animalover, vegano, feminista y todo lo que tenga que ver con el perfeccionamiento humano en armonía con la pachamama y el cosmos.
Esa gente es la que más presume lo buena onda que son, las frecuencias sutiles en las que vibran, los mantras que repiten y las bendiciones que reparten por la vida a los mequetrefes como yo que vivimos en el materialismo superficial y vacío.
De acuerdo, mejor saquemos algunas conclusiones.
Las
historias las utilizamos los materialistas y los espirituales, y con ellas
vamos por el mundo proyectando lo que somos y lo que no somos, legitimando
nuestras ideas y acciones y a veces convenciendo o engañando a los demás pero
principalmente a nosotros mismos.
Las contamos de boca a oído, por mensajes de texto, cartas, poemas, canciones, a través del arte o al publicar en los sitios de redes sociales lo que nos gusta y lo que no, lo que apoyamos y lo que no, lo que comemos, bebemos, a dónde viajamos, qué leemos, escuchamos, pensamos, creemos y soñamos.
Por eso es importante alimentar la imaginación, para crear, innovar y reinventarnos.
Preguntando, aprendiendo, disfrutando, comentando, criticando o callando la boca o dejando de leer si no nos aportan nada.
Eso sí, agradeciendo si nos hacen pasar cuando menos, un buen momento.
¿Te
gusta contar o prefires que te cuenten?
Recuerda, una historia puede transformar vidas.
Esto que acabas de leer, ya me hizo ser parte de tu día y te lo agradezco con una frase de una rolita de Caifanes
“Cuéntame
tu vida, cuéntamela toda”.
Y
si es farolera o no, en este blog la queremos conocer y publicar.