Por Moisés Cabo
En un lejano lugar retacado de nopales
había unos tipos extraños llamados intelectuales.
Rockdrigo González
Camina presuncioso
con su libro comprado
el paisano acucioso
que presume de letrado.
Pasó del trabajo agreste
al del mundo anovelado,
de ser hombre rupestre
a pensador ilustrado.
Antes pastoreaba cabras
ahora cultiva las letras,
conoce todas las palabras
y habla las lenguas muertas.
De Borges es amigo
y más de esa calaña,
es interlocutor manido
y su verso es la cizaña.
Le pasó lo del Quijote
quedándose también insano
por leer tantos librotes
¡Ay, pobre de mi paisano!