Por Armando Madrazo
Estupor
Tunante del mundo,
inventándose a diario,
humano rotundo
dueño de su calvario.
Peregrino de emociones
mendiga sueños
recibe sin sabores,
es hijo sin pueblo.
Cree tener corazón
y sentimientos,
y sólo posee
desconocimiento.
Lleva en su cuerpo
las sustancias alternas,
con aspecto de asombro,
ve cosas como nuevas.
Deja de ser él,
no piensa,
se aleja,
se pasma.