Por José Juan López Palacios Recorrías el mundo sin saber que te esperaba sin saber que aquí en mi pecho justo al lado del corazón humano te guardaba. Recorrías el mundo sin saber que te esperaba repartiste tu corazón a falsos profetas del amor sin mirar que aquí en mi mano está la llama esa que tanto buscan y nunca hallan. Mírala es tuya brilla mucho a pesar de los años la guardé en un arcano y la puse al final del tiempo donde no corre el agua ni fluye el viento. Te esperaba Te esperaba.